jueves, 12 de enero de 2012

Bienvenido al sensorama:

Miles de iris moviéndose como agujas de metrónomo, danzando de un lado a otro por las blancas escleróticas de los pasajeros, tratando de capturar un mero instante de esa realidad que huye tras las ventanillas del metro, esas ventanillas de acuario, las ventanillas de ese vagón, de ese tranvía, a esa hora que, fosforescente, brilla en el monitor, encima de todas esas cabezas, como el cristo crucificado vigila desde la pizarra a los niños uniformados, a esos futuros hombres uniformados, con deseos uniformados y señoras de la limpieza en uniforme. Ella encuentra cierta paz al imitar el movimiento hipnótico de los ojos de los viajeros, como si ese trance hiciera despegar su cerebro y apenas quedase, abandonado en el duro asiento, su cuerpo, inerte y seco, como piel de serpiente, como caracola abandonada por el ermitaño cangrejo. Breve es pues el segundo en que es plenamente consciente de su propia inconsciencia, de la placidez de esta. También momentánea es la lucidez que le asalta al comprender: somos espíritus cambiando el nombre de inconsciencia por el de felicidad, buscadores del standby, adictos al coma sentimental. Toda esa gente que corre a ver en pantalla grande vidas que no son las suyas, todos esos hombres de manos temblorosas que queman cucharas para huir de esa nitidez casi violenta que son sus vidas, todos esas personas que se tragan todas esas publicidades engañosas, todas esas series de cartón piedra, todos esos hombres solitarios que buscan orgasmos en los atascos, todas esas mujeres que leen novelas amorosas y se acarician bajo las sabanas... Todos con mono de inconsciencia, todos golpeándonos una y otra vez la cabeza. Todas las cosas buenas que crees que ocurren entonces, o lo que es lo mismo: todas las cosas malas que crees que no ocurren entonces, pero ocurren, como en un día cualquiera, sólo que no ya no importan, pues ya estamos lejos, tan lejos que ya ni nos tocan.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Orquídeas.

 Pareciera que la noche se hubiera dedicado a dibujar y desdibujar el contorno de sus ojos, ojos de esbozo, apenas ya dos tachones de tinta sobre papel mojado. Pareciera que la boca, aquella boca vieja suya, se hubiera desprendido como una costra seca, dejando entrever el principio rosáceo de una nueva, descolorida huella de un beso de pintalabios. Aún llevaba la tristeza enmarañada en el pelo, la luz, huyendo de la polilla, sentada en aquel autobús que avanzaba como un bostezo, silencioso y lento. Y es que hubiera jurado que la culpa libraba los domingos por la mañana y que el veneno no sabía tan bien. Que los verdugos no cambian las flores de las tumbas, que las tarántulas no sentían compasión. Pero allá fuera hay asesinos pidiendo disculpas mientras hunden en la carne el puñal, hay manostijeras buscando caricias y almas de doble filo, que calman la herida con la fría hoja del cuchillo, ese mismo que la herida causó. Al final, el beso de Judas no fue un acto de odio, fue un acto de amor.

sábado, 13 de agosto de 2011

S'IL TOUS PLAÎT:

Por favor, dejar las comidas light, las bebidas light, los amores light. Dejar de vivir una vida light. Porque la falta de pasión, quizás alargue la vida, pero no la hace más intensa.

lunes, 1 de agosto de 2011

Breve retrato veraniego:


Se las ató con fuerza, en un beso de velcro, aquellas sandalias, prestadas, pesadas, pasadas de moda. Con aquellas jaulas de goma en los pies se adentró en el mar, y la arena se adentró en su bañador, y las olas, esos tentáculos de espuma, le lamieron de arriba a abajo, de abajo a arriba, con lentos lengüetazos salados. Como un animal que lava a sus crías. Se quedó largo rato flotando, mirándose los pies, las uñas, de aquel rojo descascarillado que tanto le recordaba a las costras de pintura blanca que se desprendían de la piel de las casas de la playa. Continentes irregulares que habían ido a parar a las paredes y que ella recorría con la mente, siguiendo el curso de las grietas con el dedo, acariciando la porosa, la áspera superficie, tal y como ella anhelaba que le acariciasen. Así pues, mientras las corrientes marinas resoplaban y susurraban en algún idioma para el humano común aún incomprensible, ella imaginaba que una lengua invisible, lamía con avidez el camino que la línea alba marcaba, y despacio, ¿qué prisa había? ,desembocaba, en la oscura profundidad de su ombligo, arrastrando consigo toda las esencias secretas, bajo su piel tiempo atrás sepultadas.


Fotografía de Chema Madoz

miércoles, 15 de junio de 2011

Los tachones también cuentan historias.

No me desprendo del trozo de papel higiénico pegado a mi zapato para no olvidar nunca lo que cagué. Celebro el día de los cristales rotos en mi conciencia, ya rompí con el martillo de la indiferencia la misma y estúpida piedra, con la que tropezar una y otra y otra vez. Pedí muchas veces perdón pero a muy pocas personas, y ante todo, me perdoné, todos los pecados cometidos y por cometer...que hay tantos socabones ahí fuera donde meter el pie.

15M

Las piedras de la corrupción y la injusticia golpearon el tejado de la paciencia ciudadana. De entre los boquetes del techo, bajó una lluvia, que como una ducha fría, gota a gota, como la gotera que golpea al preso hasta volverle loco, hizo fermentar las ideas de Revolución en las mentes evolucionadas. Era el tic tac frenético del despertador social el que no les dejaba dormir. Así empezó el plan, en un boca a boca de bocas, hambrientas de sensatez y sedientas de un poder sensato. Pero no hay ningún poder sensato, el poder vuelve demente al más cuerdo y de las primitivas ideas de solaridad crece, como un tumor en el cuerpo democrático, el egoísmo camuflado. Aquellos que ven una oportunidad en un cambio para cambiar aquello que nada tenía que ver. Así es como se pierde el rumbo, como el plan se torna difuso y las ideas esenciales parecen ser ahogadas entre tantos proyectos externos. Las propuestas antitaurinas, veganas, feministas... todas ellas sin excepción, merecen ser cabiladas y aceptadas, pero, ¿Qué tienen que ver estas con la Democracia Real? Estamos perdiendo de vista el objetivo primordial, mezclando el trigo con la paja y alejándonos del Deseo, con mayúscula, que tratabamos de realizar:
El sistema ha de cambiar.

martes, 10 de mayo de 2011

Si tragas pero no muerdes...

Guerra Civil española


Los hombres bajitos y furiosos, rogaron silencio manoseando el gatillo. "Dios da una boca y dos orejas" dijeron, y los hombres con alma de gallina cerraron el pico y replegaron las alas, pues desde siempre es sabido, que es más fácil atarse las cuerdas vocales con el beso de un cañón en la espalda.  Sólo el hombre con alma de pájaro carraspeó al alzar la cara. Castañeaban sus rotulas con el ruido hueco de los huesos secos que golpean los tambores de algun sacrificio tribal, y aunque la sangre corría atropelladamente por sus venas, cuando habló, su voz fue parsimoniosa, como quién dicta una sentencia. "Si bien Dios nos da una boca y dos orejas, para callar, para escuchar, para servir,  también nos ha dado 32 dientes para morder, la mano que si bien nos da de comer, no nos ha quitado este hambre de libertad y esta sed de justicia" dijo. Con las picaduras de diez mil abejas ardiéndole en la cara,  pues sólo su voz pudo esquivar las balas.