jueves, 23 de septiembre de 2010

Escribí esto para un buen amigo

Primero que nada, quiérete, quiérete mucho y échate de menos cuando te vas de viaje. Dile a tu reflejo que no puedes vivir sin él y aprende que es imposible que otros te quieran si ni siquiera tú lo haces. Quiérete en silencio y con los ojos cerrados, descubre matices de ti mismo que tenias olvidados y no quites importancia a tus logros. Quiérete y quiere tus circunstancias, pues esta vida no admite representantes. Admite que tus defectos no son tan graves y evita comparaciones, huye de vivir bajo la sombra de alguien y quiérete independiente, indidividual, quiérete solo. No te quieras por lo que te dicen los demás, ya que ¿ellos que saben? No malgastes viviendo por y para otros, pues al final, todos debemos, no sé si por suerte o por desgracia, caminar el camino solos. Así que simple y llanamente, quiérete, quiérete mucho, alimenta el amor propio y no dejes que se extinga, pues es el único que nos acompaña durante toda la ruta.    
Fotografía de Helmut Newton.

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